Una representación de Bisontes acudió en manada a la Fundación Gil Gayarre para conocer de primera mano la sede central que esta institución tiene en Pozuelo de Alarcón (Madrid).
De la mano de Ángela Sánchez, persona con discapacidad intelectual que apoya al área de Comunicación, y tras una breve presentación protocolaria con el Director General de la Fundación, Álvaro Rey, se nos hizo una visita guiada siguiendo la trayectoria educativa y formación laboral que sigue una persona con discapacidad intelectual desde que entra a formar parte de esta familia.
Comienzan a formarse por los ciclos educacionales hasta los 21 años, momento a partir del cual pueden tomar dos caminos: uno los Talleres en el centro ocupacional correspondiente (la persona en concreto junto con su familia y el equipo de profesionales (psicólogos, trabajadores sociales) eligen, entre todos, el taller que mejor se adapta a sus gustos y habilidades) y otro el Centro de Dia, al que acuden las personas que tienen mayores necesidades de apoyo.
Durante esta trayectoria, no sólo el equipo profesional se centra en desarrollar su labor formativa/profesional sino también se intentan buscar formas de inserción laboral, se buscan planes de ocio a través de los cuales facilitar la integración social, etc… , es decir, que la Fundación Gil Gayarre amplía sus miras más allá del simple aprendizaje.
A partir de una cierta edad avanzada, existe la posibilidad de que estas personas entren a vivir en la Residencia de “El Cabezo”, donde, aparte de recibir los servicios médicos y atención sanitaria requerida, realizan actividades de ocio, entretenimiento, musicoterapia, etc.. perpetuando la mejora de la calidad de vida en este último ciclo de su fase vital.
En la Fundación Gil Gayarre nos recibieron de una forma muy cálida, tratándonos como si fuésemos los mismísimos Reyes Magos, casi hasta con alfombra roja. Pudimos comprobar in situ el ingente trabajo de mantenimiento que sus instalaciones y edificios requieren en todos los niveles: fontanería, albañilería, carpitería de aluminio, reformas e impermeabilizaciones, etc…, ya que esta Fundación es una especia de pequeña ciudad donde las personas con discapacidad intelectual encuentran su sitio, encajan, y donde se les prepara para afrontar y enfrentar la realidad social en su vida adulta, pero en unas condiciones estructurales y arquitectónicas que así lo puedan garantizar.
Y éste es el principal motivo por el que los BISONTES durante este año vamos a emplear toda nuestra energía, agarre y poderío: poder ofrecerles medios y materiales con el objeto de conseguir que esos edificios modernicen sus intalaciones.
Al finalizar la visita, nos obsequiaron con esta bolsa repleta de artículos variados realizados por personas con discapacidad intelectual que trabajan en sus talleres. Por nuestra parte, les entregamos nuestro icónica bandera de mochila.
Un placer, amigos, y gracias por todo vuestro candor.
Nosotros también “respetamos el ritmo de cada uno”. No sabemos rendirnos.
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