Para variar un poco y como esta carrera lo merecía,
le propuse al resto del Family Team un fin de semana de playa y sol mientras yo
me dedico a correr por esos caminos perdidos del Maestrazgo…así que el viernes después
de comer Alan se fuma las clases y salimos en dirección a Castellón. Antes hacemos una paradita en
Zaragoza para recoger a Saioa que también hacia la carrera. Llegamos a las
acreditaciones y el ambiente es espectacular, un montón de “buenos”, Superpaco,
los Tarahumara….mil personas. Realmente no parecía una entrega de dorsales de
una ultra donde todo es más pausado…
Con Don SuperPaco |
Poco antes de las 6:00 de la mañana del 11 de Mayo
de 2013, más de 2000 corredores nos congregábamos en el pabellón deportivo de
la Universitat Jaume I, después de dejar las bolsas con el material de meta y
de Culla, todos los participantes de la ultra al pasar el control de chip nos
hacían un control de material.
Antes de comenzar la carrera, saludos, reencuentros
con conocidos de otras carreras, de otros lugares.
A las 06:00 se da la salida multitudinaria de las
dos carreras a la vez. La Marató i
Mitja, de 63 km y que cumplía su decimoquinto aniversario reuniendo a 1.652
corredores. Y la CSP 115 que comparte los primeros 44 km, que ha sido elegida este año por la
FEDME para el primer Campeonato de España de Ultratrail, serán 118 kilómetros y
un desnivel acumulado de 5.439m de subida y 4.227m de bajada.
Los primeros kilómetros de la carrera transcurren
por pistas prácticamente llanas, según vamos avanzando kilómetros nos internamos
en sendas, entre arbustos y pinares. Resulta difícil no dejarse llevar por los
corredores del Marató i Mitja y correr a un ritmo superior. Con tanta gente era
fácil verse en medio de uno de los muchos atascos que se producían en los
estrechamientos del camino. La temperatura no deja de ascender unido a una gran
humedad.
Pese que los avituallamientos están bien
organizados decido no parar hasta que las carreras se separen para quitarme los
agobios de gente. Me encuentro con la gente de “La Meteo que Viene” y
compartimos un rato. Las sensaciones son muy buenas y más de una vez me fuerzo
a andar en alguna cuesta para no castigarme mucho. Me encuentro con uno de los
Tarahumaras y charlamos, que tíos. Esta fastidiado por las espinas del camino y
se ha puesto zapatillas, no está acostumbrado a portar mochila y eso le
incomoda mucho…pero no deja de reír.
En Sant Miquel de Torrocelles, kilómetro 44, la
carrera se separa. Aquí comienza la parte más dura de la carrera, los 40
kilómetros que quedan hasta Vistabella, en el kilómetro 91. El paisaje cambia, se
hace más escarpado, estrechos cañones, paredes verticales. Como me he
entretenido hablando y he salido de los últimos, poco a poco voy cazando gente
y llego hasta Saioa que tiene un ritmo muy bueno y decido hacer camino con ella
como en otras carreras. Una bajada de 800 metros de desnivel hasta el lecho de
un río, a través de una senda en zetas y luego otra subida de 900 metros de
desnivel positivo en el otro lado para llegar a Culla sin problemas y sigo con muy
buenas sensaciones. Avituallamiento potente con pasta, la ropa de cambio, pillo
el frontal y seguimos camino no sin antes pasar por otro control de material, sí
señor, así en todas. Nos comentan que el punto clave es llegar a Xodos con luz
ya que la zona es de las más técnicas. En la última hora la temperatura ha bajado,
llegando incluso a llover.
Desde Culla
nos queda una bajada fuerte y una subida larga pero antes tenemos que cruzar un
rio…con el agua hasta las rodillas.
En Vistabella, km 91, ya no me encuentro tan bien, tengo un bajón físico, le digo a Saioa que haga camino, que estoy cansado y que prefiero mi ritmo. Hacemos otro pequeño descanso, como y bebo bien, caliente. Cojo mi ritmo y aunque la tengo de referencia al final desaparece, decido ir a mi ritmo, seguir comiendo y bebiendo para intentar llegar lo más lejos de día.
En Vistabella, km 91, ya no me encuentro tan bien, tengo un bajón físico, le digo a Saioa que haga camino, que estoy cansado y que prefiero mi ritmo. Hacemos otro pequeño descanso, como y bebo bien, caliente. Cojo mi ritmo y aunque la tengo de referencia al final desaparece, decido ir a mi ritmo, seguir comiendo y bebiendo para intentar llegar lo más lejos de día.
Llego a Xodos, km 100 y última población antes de
llegar a meta con las últimas luces. Quedan 18 kilómetros, aquí todas mis luces
se apagaron de pronto, ¡¡¡¡que petada señor!!!!. Saco la prudencia del
bolsillo. Descanso un rato, como y me abrigo, hace frio, 5ºC y mucha humedad.
Pregunto lo que queda. Mucha senda estrecha, entre vegetación, no hay grandes
desniveles, pero el terreno es básicamente
todo de subidas, técnico y resbaladizo. Con calma, el frontal encendido y los
ojos bien abiertos, hago camino muy despacio, corriendo muy poquito, este tramo
final me cuesta un mundo. Me graniza, me llueve, la última bajada de tres km me
supone caer tres veces entre las piedras, me cabreo. Por fin, consigo llegar, más de 19 horas. En meta, con 1ºC el caldo caliente y la ducha me saben a
gloria antes de sentarme delante de la estufa, por fin seco. Allí me encuentro
con Saioa que llego más de una hora antes, que maquina subiendo. Con otro
bocata, bien pegado al calor, vamos haciendo grupo a esperar al autobús de la
organización que nos dejara en Castellón.
Regreso a casa con la satisfacción de haber vivido una
buena experiencia. Cansado pero muy contento por mi carrera. Un recorrido atractivo,
sobre todo después del km 45, unido a una organización sobresaliente, una gran
carrera donde se corre muchísimo. El único pero que yo le pondría es que se dé
la salida con la MiM. Una salida a las 00:00 del viernes solventaría los
problemas de los atascos, de los ritmos forzados, haría que la gente pasara por la zona más
bonita de día, una llegada conjunta con la MiM y muchas menos esperas para
regresar a Castellon.
Ahora ya a pensar en la siguiente, ¿travesera?,
¿Maratón de montaña Canfranc-Canfranc?.
Bisonte D
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