miércoles, 22 de mayo de 2013

Penyagolosa Trails 115 km. Campeonato España Ultratrail






Para variar un poco y como esta carrera lo merecía, le propuse al resto del Family Team un fin de semana de playa y sol mientras yo me dedico a correr por esos caminos perdidos del Maestrazgo…así que el viernes después de comer Alan se fuma las clases y salimos en dirección  a Castellón. Antes hacemos una paradita en Zaragoza para recoger a Saioa que también hacia la carrera. Llegamos a las acreditaciones y el ambiente es espectacular, un montón de “buenos”, Superpaco, los Tarahumara….mil personas. Realmente no parecía una entrega de dorsales de una ultra donde todo es más pausado…



Con Don SuperPaco
 




Poco antes de las 6:00 de la mañana del 11 de Mayo de 2013, más de 2000 corredores nos congregábamos en el pabellón deportivo de la Universitat Jaume I, después de dejar las bolsas con el material de meta y de Culla, todos los participantes de la ultra al pasar el control de chip nos hacían un control de material.
Antes de comenzar la carrera, saludos, reencuentros con conocidos de otras carreras, de otros lugares.
A las 06:00 se da la salida multitudinaria de las dos carreras a la vez. La  Marató i Mitja, de 63 km y que cumplía su decimoquinto aniversario reuniendo a 1.652 corredores. Y la CSP 115 que comparte los primeros  44 km, que ha sido elegida este año por la FEDME para el primer Campeonato de España de Ultratrail, serán 118 kilómetros y un desnivel acumulado de 5.439m de subida y 4.227m de bajada. 


Los primeros kilómetros de la carrera transcurren por pistas prácticamente llanas, según vamos avanzando kilómetros nos internamos en sendas, entre arbustos y pinares. Resulta difícil no dejarse llevar por los corredores del Marató i Mitja y correr a un ritmo superior. Con tanta gente era fácil verse en medio de uno de los muchos atascos que se producían en los estrechamientos del camino. La temperatura no deja de ascender unido a una gran humedad.                                                 


Pese que los avituallamientos están bien organizados decido no parar hasta que las carreras se separen para quitarme los agobios de gente. Me encuentro con la gente de “La Meteo que Viene” y compartimos un rato. Las sensaciones son muy buenas y más de una vez me fuerzo a andar en alguna cuesta para no castigarme mucho. Me encuentro con uno de los Tarahumaras y charlamos, que tíos. Esta fastidiado por las espinas del camino y se ha puesto zapatillas, no está acostumbrado a portar mochila y eso le incomoda mucho…pero no deja de reír.
En Sant Miquel de Torrocelles, kilómetro 44, la carrera se separa. Aquí comienza la parte más dura de la carrera, los 40 kilómetros que quedan hasta Vistabella, en el kilómetro 91. El paisaje cambia, se hace más escarpado, estrechos cañones, paredes verticales. Como me he entretenido hablando y he salido de los últimos, poco a poco voy cazando gente y llego hasta Saioa que tiene un ritmo muy bueno y decido hacer camino con ella como en otras carreras. Una bajada de 800 metros de desnivel hasta el lecho de un río, a través de una senda en zetas y luego otra subida de 900 metros de desnivel positivo en el otro lado para llegar a Culla sin problemas y sigo con muy buenas sensaciones. Avituallamiento potente con pasta, la ropa de cambio, pillo el frontal y seguimos camino no sin antes pasar por otro control de material, sí señor, así en todas. Nos comentan que el punto clave es llegar a Xodos con luz ya que la zona es de las más técnicas. En la última hora la temperatura ha bajado, llegando incluso a llover.

 Desde Culla nos queda una bajada fuerte y una subida larga pero antes tenemos que cruzar un rio…con el agua hasta las rodillas.
En Vistabella, km 91, ya no me encuentro tan bien, tengo un bajón físico, le digo a Saioa que haga camino, que estoy cansado y que prefiero mi ritmo. Hacemos otro pequeño descanso, como y bebo bien, caliente. Cojo mi ritmo y aunque la tengo de referencia al final desaparece, decido ir a mi ritmo, seguir comiendo y bebiendo para intentar llegar lo más lejos de día.

Llego a Xodos, km 100 y última población antes de llegar a meta con las últimas luces. Quedan 18 kilómetros, aquí todas mis luces se apagaron de pronto, ¡¡¡¡que petada señor!!!!. Saco la prudencia del bolsillo. Descanso un rato, como y me abrigo, hace frio, 5ºC y mucha humedad. Pregunto lo que queda. Mucha senda estrecha, entre vegetación, no hay grandes desniveles, pero  el terreno es básicamente todo de subidas, técnico y resbaladizo. Con calma, el frontal encendido y los ojos bien abiertos, hago camino muy despacio, corriendo muy poquito, este tramo final me cuesta un mundo. Me graniza, me llueve, la última bajada de tres km me supone caer tres veces entre las piedras, me cabreo. Por fin, consigo  llegar, más de 19 horas. En meta, con  1ºC el caldo caliente y la ducha me saben a gloria antes de sentarme delante de la estufa, por fin seco. Allí me encuentro con Saioa que llego más de una hora antes, que maquina subiendo. Con otro bocata, bien pegado al calor, vamos haciendo grupo a esperar al autobús de la organización que nos dejara en Castellón.
Regreso a casa con la satisfacción de haber vivido una buena experiencia. Cansado pero muy contento por mi carrera. Un recorrido atractivo, sobre todo después del km 45, unido a una organización sobresaliente, una gran carrera donde se corre muchísimo. El único pero que yo le pondría es que se dé la salida con la MiM. Una salida a las 00:00 del viernes solventaría los problemas de los atascos, de los ritmos forzados,  haría que la gente pasara por la zona más bonita de día, una llegada conjunta con la MiM y muchas menos esperas para regresar a Castellon.
Ahora ya a pensar en la siguiente, ¿travesera?, ¿Maratón de montaña Canfranc-Canfranc?.


Bisonte D

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