Viernes
17 mayo, 21:30 horas, aparco el coche en Cabezón de la Sal y me dispongo a
recoger el dorsal en la que va a ser mi cuarta participación (1 en modalidad
BTT y 2 en la maratón de montaña) en el infierno del norte, pero la primera de
ellas en la ultramaraton, 126 km y mas de 4500 metros de desnivel positivo.
Aunque mi objetivo no es otro que el de acabar, los nervios empiezan ya a
notarse. Y más, cuando la cantidad de gente que hay a esas horas no hace más
que desearte suerte constantemente. Eso sin contar con los amigos y conocidos
que si quererlo, van haciendo que vaya
aumentando la presión con sus
palabras de apoyo, así que quince minutos antes del comienzo, me despido de mi “pequeño, pero importante” equipo de asistencia así como
de los amigos que se han acercado a ver la salida.
A
las 22:55 ya debajo del arco de salida empieza a sonar la ya tradicional “thunderstruck” de los AC/DC y las
pulsaciones se disparan, y mas aun cuando a las 23:00 se da la salida, y es que este año, la organización hace pasar a
todos los participantes por un pequeño templete para que todo el mundo pueda
ser visto por los suyos, con lo que se consigue la explosión de corredores y
publico.
Los primeros km son por las calles de Cabezón para adentrarse a los 3 km en la primera subida importante, la
sierra del Escudo. Después de crestear por
dicha sierra, se llega hasta el temido cortafuegos de Monte Aa, donde pierdo mi
GPS, una bajada por un sendero con un desnivel del 48% y que es uno de los atractivos de la
prueba, por lo espectacular que resulta para el público ver a los participantes
bajar por ese sendero, adornado con farolillos. El cual nos lleva hasta lo mas
emocionante de la prueba para el corredor, el paso por Ruente, en el que la
gente se amontona en el escaso km de asfalto desde donde se puede ver el
descenso y además participar en el túnel humano para animar a todos los
participantes y en los que es casi imposible no dejar caer alguna lagrima de
emoción y mas cuando veo a mi “equipo de asistencia” dándome ánimos.
Hasta aquí
los 10 primeros km, cargados de adrenalina. Los próximos 10, nos llevan hacia
el primer avituallamiento de la prueba, la campa de Ucieda, por una subida
sobre pista y un descenso embarrado por un pequeño y oscuro sendero entre
arboles. Y es en este tramo cuando empiezan mis habituales problemas de
estomago que se resolverán al hacer caso de los sabios consejos de un experto
en esto de las ultras, Pablo Criado. A eso de las 2:30 salgo hacia la ermita
del Moral, una pista en ligero pero continuo ascenso de 11 km, en los que me
ataca un poco el sueño y es donde el estomago va sentando. La bajada, 9 km nos
lleva hasta el km 45, Bárcena Mayor, son las 6 a.m. y los ánimos de mi “asistencia”
están un poco bajos así que los mando a dormir y tras un par de chocolates
calientes con pan, para arriba, hacia Cruz de Fuentes, 16 km de subida que los
hago de dos horas y media, y es aquí donde mi cabeza esta mas fuerte y mis
piernas mas débiles, a partir de ahí una bajada bastante dura en la que mis
cuádriceps empiezan a sufrir mas de la cuenta.
Llegamos a Ozcaba, y cual es mi
sorpresa, mi “asistencia” sigue ahí esperándome para seguir dándome ánimos, así
que me digo con dos coj……. Y para
adelante, que estos llevan toda la noche siguiéndome sin dormir para verme
llegar a meta. Subo Venta vieja y de aquí a la famosa localidad de Los Tojos
donde las mujeres del pueblo de su mano mayor, se han currado un
avituallamiento pa´ morir, huevos, tortilla de patata (por cierto, impresionante)
bacón, lomo, etc…GRACIAS SEÑORAS.
A
los pocos km, volvemos a pasar por Bárcena Mayor, km 87 y 15 horas de carrera y
la asistencia sigue ahí, me ayudan a cambiarme de ropa, comer algo y me dan los
ánimos necesarios para afrontar los últimos km los cuales tengo claro que voy a
hacer, pero también, que no voy a poder correr ningún tramo, de aquí al final cojo
un buen ritmo pero este es andando. Subimos hasta la ermita del Moral, y de
aquí una pequeña bajada para adentrarnos en la ruta de los puentes que tantas
veces he pasado corriendo y esta vez me tengo que conformar a hacerlo andando.
Subimos la Cotera y de aquí hasta la corta pero dura subida del Toral, unos
trescientos metros con un desnivel del casi 39% la cual sabiendo que me quedan
10 km para meta hago a un muy buen ritmo.
Al llegar arriba ya solo queda una
embarrada bajada en la que no se si por el cansancio o por la falta de
reflejos, doy con mis huesos en el suelo un para de veces. Ya en Santa Lucia,
entramos en la recta final, y empieza a llover, de aquí a meta una buena
mojadura durante 3 km, y entramos trotando a meta, con los gritos y ánimos de
toda la gente que pese al agua están esperando a los corredores de todas las
modalidades que todavía siguen en carrera y sobre todo de mi “asistencia” a la
que se ha sumado mi compañero de entrenos Milio
(que ha acabado su tercera maratón de los 10.000 del soplao) y su mujer
Ana.
Pues
nada tras 23 horas puedo decir que ahora ya soy finisher de tres modalidades de
los 10.000 del soplao. Dar las GRACIAS a mi hermano, Kakel, mi sobrino, Saúl, a
Paloma, y a mi mujer, Noelia, que “esta” con nuestra hija, sin vuestro apoyo
durante esas 23 horas no lo hubiera conseguido, vosotros también sois finisher
de la ultra maratón del soplao. GRACIAS a Álvaro, Juan y Borja, compañeros de
los últimos 50 km por vuestra compañía. GRACIAS al resto de participantes con
los que he compartido km, GRACIAS a
todos los que me animasteis antes de empezar. Nos vemos en la siguiente………….
Un
reconocimiento especial para un deportista
como la copa de un pino, Pep Sánchez, tuve el placer de compartir algún km
con el. Su reto era especial, era el encargado de intentar hacer la nueva
prueba que la organización quiere poner en marcha para el próximo año, el
SOPLAOMAN, (consiste en hacer la ultra maratón 126 km y a la llegada a meta,
coger la bicicleta y hacer la modalidad de BTT 168 km) pero una lesión de
rodilla le impidió coger la bicicleta y después de hablar con el durante varios
km, me quito el sombrero solo con la idea de pensar en hacerlo, y el estaba
convencido firmemente en hacerlo. Enhorabuena a todos los participantes por
intentarlo, y en especial a los finisher de club Montedobra en la modalidad de
BTT y en la maratón. También para Isidro en la combinada de montaña por
esa gran carrera fruto del esfuerzo.
La
organización ha mejorado este año, en seguridad, en voluntariado, aunque
todavía es un poco floja en los avituallamientos. Es una bonita carrera, muy
corredora y que pasa por unos lugares impresionantes. Pero lo mejor sin lugar a
dudas y es lo que hace grande a los 10.000 del soplao son LOS PARTICIPANTES DE
TODAS SUS MODALIDADES Y SOBRE TODO LA AFICCION QUE ESTA EN LAS CUNETAS DURANTE
TANTAS HORAS.
Bisonte Fandy
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