sábado, 25 de mayo de 2013

LOS 10000 DEL SOPLAO : EL INFIERNO DEL NORTE




Viernes 17 mayo, 21:30 horas, aparco el coche en Cabezón de la Sal y me dispongo a recoger el dorsal en la que va a ser mi cuarta participación (1 en modalidad BTT y 2 en la maratón de montaña) en el infierno del norte, pero la primera de ellas en la ultramaraton, 126 km y mas de 4500 metros de desnivel positivo. Aunque mi objetivo no es otro que el de acabar, los nervios empiezan ya a notarse. Y más, cuando la cantidad de gente que hay a esas horas no hace más que desearte suerte constantemente. Eso sin contar con los amigos y conocidos que si quererlo, van haciendo que vaya  aumentando  la presión con sus palabras de apoyo, así que quince minutos antes del comienzo,  me despido de mi “pequeño,  pero importante” equipo de asistencia así como de los amigos que se han acercado a ver la salida.

A las 22:55 ya debajo del arco de salida empieza a sonar la ya tradicional “thunderstruck” de los AC/DC y las pulsaciones se disparan, y mas aun cuando a las 23:00 se da la salida, y es  que este año, la organización hace pasar a todos los participantes por un pequeño templete para que todo el mundo pueda ser visto por los suyos, con lo que se consigue la explosión de corredores y publico.

 Los primeros km son por las calles de Cabezón para adentrarse a los  3 km en la primera subida importante, la sierra del Escudo. Después de  crestear por dicha sierra, se llega hasta el temido cortafuegos de Monte Aa, donde pierdo mi GPS, una bajada por un sendero con un desnivel del  48% y que es uno de los atractivos de la prueba, por lo espectacular que resulta para el público ver a los participantes bajar por ese sendero, adornado con farolillos. El cual nos lleva hasta lo mas emocionante de la prueba para el corredor, el paso por Ruente, en el que la gente se amontona en el escaso km de asfalto desde donde se puede ver el descenso y además participar en el túnel humano para animar a todos los participantes y en los que es casi imposible no dejar caer alguna lagrima de emoción y mas cuando veo a mi “equipo de asistencia” dándome ánimos.

 Hasta aquí los 10 primeros km, cargados de adrenalina. Los próximos 10, nos llevan hacia el primer avituallamiento de la prueba, la campa de Ucieda, por una subida sobre pista y un descenso embarrado por un pequeño y oscuro sendero entre arboles. Y es en este tramo cuando empiezan mis habituales problemas de estomago que se resolverán al hacer caso de los sabios consejos de un experto en esto de las ultras, Pablo Criado. A eso de las 2:30 salgo hacia la ermita del Moral, una pista en ligero pero continuo ascenso de 11 km, en los que me ataca un poco el sueño y es donde el estomago va sentando. La bajada, 9 km nos lleva hasta el km 45, Bárcena Mayor, son las 6 a.m. y los ánimos de mi “asistencia” están un poco bajos así que los mando a dormir y tras un par de chocolates calientes con pan, para arriba, hacia Cruz de Fuentes, 16 km de subida que los hago de dos horas y media, y es aquí donde mi cabeza esta mas fuerte y mis piernas mas débiles, a partir de ahí una bajada bastante dura en la que mis cuádriceps empiezan a sufrir mas de la cuenta. 



Llegamos a Ozcaba, y cual es mi sorpresa, mi “asistencia” sigue ahí esperándome para seguir dándome ánimos, así que me digo con dos  coj……. Y para adelante, que estos llevan toda la noche siguiéndome sin dormir para verme llegar a meta. Subo Venta vieja y de aquí a la famosa localidad de Los Tojos donde las mujeres del pueblo de su mano mayor, se han currado un avituallamiento pa´ morir, huevos, tortilla de patata (por cierto, impresionante) bacón, lomo, etc…GRACIAS SEÑORAS.
A los pocos km, volvemos a pasar por Bárcena Mayor, km 87 y 15 horas de carrera y la asistencia sigue ahí, me ayudan a cambiarme de ropa, comer algo y me dan los ánimos necesarios para afrontar los últimos km los cuales tengo claro que voy a hacer, pero también, que no voy a poder correr ningún tramo, de aquí al final cojo un buen ritmo pero este es andando. Subimos hasta la ermita del Moral, y de aquí una pequeña bajada para adentrarnos en la ruta de los puentes que tantas veces he pasado corriendo y esta vez me tengo que conformar a hacerlo andando. Subimos la Cotera y de aquí hasta la corta pero dura subida del Toral, unos trescientos metros con un desnivel del casi 39% la cual sabiendo que me quedan 10 km para meta hago a un muy buen ritmo. 

Al llegar arriba ya solo queda una embarrada bajada en la que no se si por el cansancio o por la falta de reflejos, doy con mis huesos en el suelo un para de veces. Ya en Santa Lucia, entramos en la recta final, y empieza a llover, de aquí a meta una buena mojadura durante 3 km, y entramos trotando a meta, con los gritos y ánimos de toda la gente que pese al agua están esperando a los corredores de todas las modalidades que todavía siguen en carrera y sobre todo de mi “asistencia” a la que se ha sumado mi compañero de entrenos Milio  (que ha acabado su tercera maratón de los 10.000 del soplao) y su mujer Ana.
Pues nada tras 23 horas puedo decir que ahora ya soy finisher de tres modalidades de los 10.000 del soplao. Dar las GRACIAS a mi hermano, Kakel, mi sobrino, Saúl, a Paloma, y a mi mujer, Noelia, que “esta” con nuestra hija, sin vuestro apoyo durante esas 23 horas no lo hubiera conseguido, vosotros también sois finisher de la ultra maratón del soplao. GRACIAS a Álvaro, Juan y Borja, compañeros de los últimos 50 km por vuestra compañía. GRACIAS al resto de participantes con los que he compartido km,  GRACIAS a todos los que me animasteis antes de empezar. Nos vemos en la siguiente………….


Un reconocimiento especial para un deportista  como la copa de un pino, Pep Sánchez, tuve el placer de compartir algún km con el. Su reto era especial, era el encargado de intentar hacer la nueva prueba que la organización quiere poner en marcha para el próximo año, el SOPLAOMAN, (consiste en hacer la ultra maratón 126 km y a la llegada a meta, coger la bicicleta y hacer la modalidad de BTT 168 km) pero una lesión de rodilla le impidió coger la bicicleta y después de hablar con el durante varios km, me quito el sombrero solo con la idea de pensar en hacerlo, y el estaba convencido firmemente en hacerlo. Enhorabuena a todos los participantes por intentarlo, y en especial a los finisher de club Montedobra en la modalidad de BTT  y en la maratón. También  para Isidro en la combinada de montaña por esa  gran carrera fruto del esfuerzo. 

La organización ha mejorado este año, en seguridad, en voluntariado, aunque todavía es un poco floja en los avituallamientos. Es una bonita carrera, muy corredora y que pasa por unos lugares impresionantes. Pero lo mejor sin lugar a dudas y es lo que hace grande a los 10.000 del soplao son LOS PARTICIPANTES DE TODAS SUS MODALIDADES Y SOBRE TODO LA AFICCION QUE ESTA EN LAS CUNETAS DURANTE TANTAS HORAS.


Bisonte Fandy

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