¿Cuál será la reacción de mi cuerpo a 2 noches sin descanso? ¿Resistirá mi estomago 40 horas a geles y barritas? Y mi rendimiento ¿Cómo será su descenso después de los 115km? (distancia máxima que había cubierto hasta la fecha). ¿Qué ritmo de carrera debo llevar?..........
Y por fin llega….. El momento soñado durante mucho tiempo,2469 participantes toman la salida, que espectáculo Chamonix!!!!!.Sus calles se engalanan para el evento y rinden pleitesía a los gladiadores que se enfrentan a una aventura de 168 kilómetros, llena de dificultades, de dolores, de sufrimientos…. Pero una vez rebasada la línea de meta nos espera la GLORIA.
Les Contamines (31 km) era la última referencia peligrosa en cuanto a tiempos de corte que nos preocupaba. Aquí me esperaba Bisonte Fandy, anteriormente nos habíamos visto de pasada en Saint Gervais. Este es el primer lugar donde se permite la asistencia, aquí esta Nacho. Llego en 4 h 10´, con una ventaja de casi 1 h 50´ sobre el tiempo de corte.
Desde este momento desaparece la preocupación por los tiempos de corte, a partir de aquí y con la llegada de la noche los tiempos de corte se amplían mucho. En este punto me cambio de camiseta, como y bebo un poco y continuo la marcha. Ya no veré a Bisonte Fandy hasta el día siguiente en Courmayeur (kilometro 77). Quiso el destino que en mi camino se cruzara Mario. Después de haber sufrido un accidente grave de bici hace 2 meses y un cólico 15 días antes de la UTMB, se presentaba en la salida para disputar su segunda UTMB. Pase a su altura y al ver el pañuelo de las “RANAS”, le grite: “¿Qué pasa rana? “. Ese fue el inicio de una conversación que duro más de 70 km. En el intercambio de información surgió la pregunta de: ¿Cuánto tiempo quieres hacer? Mario llevaba la intención de hacer sobre las 40 horas, mismo tiempo que yo deseaba. Me comento que con el ritmo que llevaba terminaría en 35 horas, así que decidí adaptar mi ritmo al de Mario. Esta decisión, estoy convencido, significo que el que suscribe terminara la UTMB. Debido a su accidente de tráfico tenía un problema en el cuádriceps que le hacía bajar con dificultad, así que le esperaba en la parte baja o bajaba muy despacio con él. Kilometro 49 Les Chapieux, avituallamiento y control de material de la organización. Todos los corredores pasaban por este control mostrando el teléfono móvil, los dos frontales y el chubasquero con capucha. La nota simpática y divertida del avituallamiento fue la orquesta que allí estaba tocando música de la zona. Esta fase de la carrera para mí fue la más bella, con la ascensión en la madrugada al Col de la Seigne y durante el amanecer al Arete Du Mont Favre. En el descenso del Arete Du Mont Favre, Mario comienza a dar muestras de mucho dolor en sus piernas y a sentir que su estomago comienza a darle problemas. Me dice que “tire”, que nos vemos en Courmayeur.
En Courmayeur (77 km) está el segundo punto de asistencia donde me está esperando Bisonte Fandy. En la entrada al centro deportivo donde se monta el avituallamiento me sorprende la gran organización para entregar a cada corredor la mochila, que se podía dejar en este punto intermedio de carrera. Un voluntario daba la voz del dorsal que se acercaba, las mochila estaban colgadas en la pared perfectamente identificadas por su número y un voluntario rápidamente la localizaba y te la entregaba al instante. Me cambie de ropa, unte mis piernas de Bes-T, recargue agua, comí algo e hice tiempo esperando a Mario. Después de una hora en el avituallamiento le comente a Fandy que no podía esperar mas, que si veía a Mario le comentara que iba tirando poco a poco. Hasta llegar a Courmayer hay una bajada, con terreno técnico en algunas zonas, de casi 9km. Imagine lo que tendría que estar sufriendo Mario en la bajada. Posteriormente vi en las clasificaciones que Mario abandono en este punto. Un gran Bisontabrazo Mario, estoy convencido que el año que viene lo volverás a intentar. Había llegado a la mitad de la prueba muy entero, a pesar de no dormir esa noche. Me despido de Bisonte Fandy, no nos volveremos a ver hasta el kilometro 122 en la localidad de Champex-Lac. A partir de aquí y hasta el kilometro 99, Grand Col Ferrer no dejaremos de subir, saliendo de Italia y entrando en la parte suiza del recorrido.
Desde La Fouly (108 km) hasta Champex-Lac (122 km) es sin duda la fase más fea y aburrida de la UTMB con demasiados kilómetros de asfalto y paso por caminos paralelos a los pueblos que parecen de relleno.
Llegada al pueblo de Champex-Lac (122km), Bisonte Fandy como siempre esperando mi llegada.
Le comento a Fandy que tengo mucho sueño, que en las subidas me quedo dormido sobre los bastones. En este punto de asistencia, el tercero, me cambio de camiseta y me curo la gran rozadura en la espalda que me está haciendo la mochila. Un corredor madrileño me ofrece gasas para tapar la zona donde tengo las rozaduras, muchas gracias!!!!!
Me unto de nuevo de Best-T y continúo hasta Trient (138km) donde acuerdo con Fandy dormir allí un rato. El sueño durante este trayecto intento amortiguarlo con geles de cafeína. Alrededor de los 30 minutos de ingerirlos, se me abrían los ojos como platos, pero su efecto no iba mas allá de la hora y media. Llegada a Trient, necesito dormir. Entro en el avituallamiento bastante desencantado y se lo hago saber a Fandy.
Demasiados kilómetros por asfalto que acaban destrozando mis rodillas, paso por caminos absurdos que dan la impresión que han sido elegidos para completar el kilometraje. En la entrada al avituallamiento esta Memphis Madrid que se interesa por mi estado, gracias Ana!!! Nos indica donde puedo dormir, una casa que esta habilitada como botiquín y en el que tiene reservada una zona de descanso para los corredores.
Cuando uno entra en esta casa parece que no va a salir, gente en las camillas curando tremendas ampollas en los pies, problemas musculares, problemas estomacales… Le indico a Fandy que me despierte en 40 minutos. Me acuesto sobre una colchoneta y no tardo más de 10 segundos en coger el sueño. Esta sería otra de las estrategias acertadas de carrera. Cuando desperté parecía que había dormido 8 horas y la sensación de tener las piernas a tope.
La sensación de alegría y alivio que uno siente cuando llega a meta es indescriptible, hay que vivirlo y sentirlo. En la meta como siempre fiel a su cita Bisonte Fandy, del que recibo la primera felicitación. Para agradecer a Bisonte Fandy su asistencia necesitaría otra crónica, así que solo te digo GRACIAS!!!!
Todavía sigo en mi nube y no quiero bajar.
“Vivir no es solo existir
Es existir y crear
Saber gozar y sufrir,
Y no dormir sin soñar.
Descansar es empezar
A morir”
Gregorio Marañón
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