El pasado domingo día 24 tuvo lugar la
IV Subida al Portazgo, carrera puntuable que abrió la temporada 2013
del circuito regional de “Carreras por montaña” de la Región de
Murcia.
Esta carrera, aún joven, se celebró
en la ciudad de Cieza, carrera que este año no podía dejar pasar
sin participar ya que se disputa en mi ciudad natal.
La organización Grupo de Senderismo y
Montaña “El Portazgo” presenta esta prueba con un coeficiente
de dificultad FEDME de 37, acumulando un desnivel
positivo de 1511 m. en 24,6 Km. de longitud y
distribuido de la siguiente manera:
Antes de esbozar, a groso modo, el
devenir de la prueba, he de mencionar la poca seriedad por parte de
la organización, y es que, según reglamento, el día antes de la
carrera se podía recoger el dorsal a partir de la 18h y esto no fue
posible hasta las 19h.
Pero lo peor estaba por llegar y es
que, el mismo día de la prueba, la salida programada a las 9:30h por
reglamento no se produjo hasta la 10:00h.
No voy a entrar en detalles pero el
reglamento de cada carrera está para cumplirlo por ambas partes y en
especial por parte de la organización, ya que esta debe mimar al
corredor que: descansa, desayuna y calienta en base a la hora “H”
programada.
Me duele escribirlo pero en mi humilde
participación en distintas disciplinas deportivas nunca vi tan
pésima organización.
Pasado algún minuto de las 10h se dió
casi sin previo aviso una apresurada salida desde el centro de la
ciudad.
Por motivos evidentes y una mala y
retrasada colocación me vi envuelto en un embudo humano, no solo en
la salida, sino pocos metros después de esta ya que los más de 400
participantes, éramos obligados a bajar por unas escaleras donde no
podían pasar más de cuatro personas a la vez.
Muy poco después se volvía a formar
un tercer embudo al tener que cruzar el bonito río Segura por un
puente colgante en el que solo había paso seguro para dos personas
al mismo tiempo, y todo esto cuando solo se llevaban disputados unos
centenares de metros.
Tras este, en mi opinión, mal trazado inicial se llega a la senda Zig-Zag donde empieza una considerable subida por La Atalaya hasta la Ermita de la Virgen del Buen Suceso. Aquí comienza una terrible ascensión de “casi medio Kilómetro vertical” cuando apenas se han disputado 3 km de carrera.
Tras coronar el pico de La Atalaya se
inicia una bajada muy técnica que obliga a la organización a
colocar unas cuerdas a modo de “pasa manos” para seguridad de los
corredores. Es en esta bajada tan técnica con tierra suelta donde se
da la mayor parte de fuertes caídas con el consiguiente abandono de
algún participante.
Después se llega a una zona de
transición, con algún llano, pero la mayoría por caminos de subida
hasta llegar a una exigente senda que sube hasta el collado del
Portazgo, alcanzando su punto más alto a 927m.
Tras pasar por el punto geodésico allí
situado, siendo más o menos el ecuador de la prueba, comienza otra
bajada bastante técnica ya camino de vuelta a Cieza.
El trazado discurre entre sendas y
bajadas técnicas que ponen de manifiesto mi poca habilidad en estos
tramos.
Finalmente y ya en solitario vuelvo a
cruzar el “Puente de Alambre” que une la naturaleza con la ciudad
donde se sitúa la línea de meta.
Como anécdota queda un puesto 31 con un tiempo de 2h y 31 min pero con la inmensa satisfacción de llevarme un puñado de emociones, entre ellas ver en meta a mi familia y que mi ahijado Pablo me “ayude” a cruzar la línea final de carrera.
No menos satisfecho quedo con que el
ZENIT TRIATLON CIERZO haya llegado a estas tierras de la mano de un
bisonte del cierzo, que tras desplazarse casi 1100Km valorará
volver a disputar esta bonita pero mal organizada Subida al Portazgo.
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