Ahora
que estaba en la senda de los buenos entrenamientos enfocados a la
próxima y cercana carrera de Gran Trail de Peñalara, objetivo
importante de este año para los Bisontes, me llegó un contratiempo
en forma de lesión.
Esta
vez, ni compitiendo ni entrenando, me hice un esguince en mi tobillo
izquierdo saltando en paracaídas al tomar tierra.
Como
es una lesión muy frecuente en todos los ámbitos, incluido en el
trail, os voy a contar personalmente lo que estoy haciendo para
recuperar y así os sirva de guía.
El
esguince se produce cuando los ligamentos que envuelven el tobillo se
estiran o se rompen.
Todos
hemos sufrido alguna vez uno o varios esguinces y sino, seguro que
conocemos a alguien que lo haya sufrido. Es una lesión tan común
como el motivo que la provoca, casi siempre ligada a una torcedura.
En
mi caso así ha sido, como otros tantos corredores que se lo hacen
entrenando y sobre todo en bajadas técnicas donde el terreno es muy
irregular.
Pero
lo que quiero advertir para todos los runners, es que también el
esguince se puede dar por un sobreentrenamiento ya que la distensión
de los ligamentos y su consecuente inflamación o dolor de la zona
también puede ser el comienzo de un leve esguince sin estar ligada a
ninguna torcedura.
Sin
entrar en tecnicismos y descripciones plagiadas de Internet que hagan
este artículo aburrido solo indicaros que existen tres tipos de
esguinces en función del daño que hayan sufrido los ligamentos
afectados.
Yo
para todo tipo de lesión recomiendo que sea tratada bajo la
supervisión de un médico aunque todos sepamos de remedios
populares. En mi caso al producirse esta torcedura junto con un
fuerte golpe, decidí pasar por urgencias, donde fui estupendamente
atendido por la “ciercera” Leticia, para hacer una placa y
descartar daños óseos.
En
mi caso el traumatólogo me diagnosticó un esguince tipo I donde no
existe aparente rotura de ligamentos.
En
las primeras 48h lo fundamental es guardar el mayor reposo posible y
mucho hielo; yo estuve con el hielo unas 4 veces al día 15 o 20
minutos con el propósito de bajar la inflamación.
Es
evidente que el reposo absoluto es imposible y para aquellos como yo,
que no pueden estar muy quietos, es importante un vendaje o tobillera
tipo compresiva para dar estabilidad al tobillo en los pequeños
desplazamientos caseros.
Para
otro tipo de esguinces mas graves es mejor no hacer ningún tipo de
apoyo y movernos con muletas.
Mientras
baja la inflamación, unos siete días, he estado dándome baños de
agua caliente mezclada con una solución llamada Pan Reumol, para así
aliviar la sensación de entumecimiento de la articulación.
Una
vez que ya ha desaparecido la inflamación he comenzado con las
sesiones de rehabilitación con el fisioterapeuta con el fin de
recuperar la estabilidad del tobillo.
Las
sesiones van a consistir en masajes y estiramientos para recuperar la
movilidad, ultrasonidos y ejercicios de propiocepción.
Ante
todo no hay que tener prisa y hacer un buen tratamiento para no tener
recaídas y no se convierta en una lesión crónica y molesta; espero
aplicarme y estar lo antes posible ready para el GTP´14.
Bisonte Chory.
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