jueves, 20 de agosto de 2015

KILOMETRO VERTICAL A LITRO

Otro año más, los amigos del albergue de El Último Bucardo organizaron un fantástico fin de semana montañero en pleno Parque de Ordesa.



Las principales actividades se dieron en la jornada del sábado con el KV a Litro y en domingo con la carrera en línea conocida como la “Vuelta al Último Bucardo”. Impresionante carrera que ya disputé el año pasado de casi 23km y 1400 m+ aproximadamente.

Este año me decidí por participar en el KV. Es un tipo de prueba que hasta ahora nunca había probado y ya tenia ganas de sentir la dureza de este tipo de modalidad por montaña, y que mejor sitio que debutar en este paraje tan espectacular.


Lo datos técnicos de este KV son los siguientes:

Cota mínima 1185 m. (Linás de Broto salida neutralizada)
Cota máxima 2299m. (Cima de Litro)
Distancia 4150 metros (desde la pista salida cronometrada)
Desnivel positivo 1056m (desde la pista)
Pendiente media 25%.


En esta segunda edición de la subida a Litro, prueba puntuable de la copa Aragón,  fuimos 64 los corredores que tomamos la línea de salida.
Por sorteo, el día anterior, se decidió el orden de salida de cada participante siendo el intervalo de 30 segundos el espacio entre un corredor y otro.

Tras el control de firmas, se da una salida neutralizada desde el pueblo hasta la pista donde se inicia la prueba de forma cronometrada e individualizada.


La primera parte de la prueba transcurre por un zigzagueante bosque donde casi en su totalidad permite ser “ trotable” ya que correr correr está al alcance de muy pocos.

Al finalizar esta parte boscosa nos adentramos en la parte más dura de la carrera.



Allí las pastosas praderas y alguna que otra parte de piedras dan un puntito más de dureza a esta exigente prueba.
En esta parte de la subida se encuentra también la máxima dureza, ya que en ultimo kilometro se hace con poco más del 30% de pendiente.

En mi opinión personal un KV es una prueba muy dura, donde a los pocos cientos de metros uno ya se pone a la máxima de pulsaciones y de ahí hasta el final, ya que no existe tramo en el que uno pueda recuperar sin pararse.
Para mi representa toda la dureza de una media maratón de montaña concentrada en unos pocos kilómetros.



Es una prueba muy técnica y física que merece unos entrenos muy específicos y que nada tiene que ver con la preparación de las  carreras en línea.

Ya en la cima con algún que otro dolor de piernas y aturdido por el esfuerzo máximo y continuo,  pocas ganas me quedaban de volver a repetir experiencia pero en verdad y ya desde la tranquilidad del sofá tengo la incipiente ansiedad de volver a disputar otro KV que si no es este año seguro que al que viene cae otro.





No hay comentarios:

Publicar un comentario