viernes, 9 de septiembre de 2011

GRASA BLANCA Y GRASA PARDA

 La grasa blanca es aquella que almacena calorías y la grasa parda  es aquella que las “quema”. Esto es debido a que esta formada por una gran concentración de mitocondrias (lo que le da el color pardo) cuya función es la de quemar energía para proporcionársela al organismo y elevar su temperatura cuando hace frio.
Hasta hace poco se creía que esta grasa solamente estaba activa en los bebes y desactivada o ausente en los mayores. Los recién nacidos que acaban de salir del útero donde tienen una agradable temperatura necesitan esta grasa parda para regular su temperatura corporal una vez fuera del útero materno. Actualmente hay estudios que demuestran la presencia (en diferentes cantidades y grados de actividad) de esta grasa en adultos
 Investigadores del Centro Médico de la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, han descubierto el mecanismo biológico que convierte la grasa blanca  en grasa parda, una especie de "interruptor" biológico que puede ayudar a combatir la obesidad.
En concreto, y según el estudio que publica la revista 'Cell Metabolism', este cambio de grasa blanca a grasa parda se debe a la activación de una ruta nerviosa y bioquímica que comienza en el hipotálamo, un área del cerebro encargada del equilibrio energético, y termina en las células adiposas blancas.
Según informa el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), esta ruta, llamada eje hipotálamo-tejido adiposo, induce células de tipo grasa parda dentro de las masas de grasa blanca.
Además, la transformación de la blanca en parda se produce cuando los animales se encuentran en un ambiente estimulante y estresante, con retos sociales y físicos.
"Uno de los constantes desafíos del tratamiento de la obesidad es averiguar cómo transformar la grasa blanca en parda", explica Matthew J. During, profesor de Neurociencia y director del estudio, quien confía ahora en poder "inducir potencialmente esta transformación al modificar el estilo de vida o bien mediante la activación farmacológica de esta ruta".
Este hallazgo confirma que la obesidad es el resultado de un exceso crónico de energía que se almacena en forma de lípidos en la grasa blanca cuando, hasta ahora, la única estrategia que se conocía para inducir la grasa parda era una exposición crónica al frío.
Lei Cao, también autora del estudio, subraya que "los animales que viven en ambientes estresantes pierden la grasa y se hacen resistentes a la obesidad inducida por la dieta, incluso en presencia de alimento ilimitado".
Fuente: EUROPAPRESS

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